«Llevas la muerte a la espalda», fue lo que una mujer con depresión escuchó del gabinete de la tarotista. Para «salvar su vida» abonó unos 31.000 euros por la realización de rituales. Ahora le pide ocho años de cárcel por estafa
«No creo que llegues a diciembre». Este fue el demoledor vaticinio que se encontró una mujer aquejada de depresión, cuando acudió en 2016 al consultorio de la vidente televisiva Pepita Vilallonga. Según la afectada, durante un mes vivió en «estado de pánico» y desembolsó hasta 31.000 euros para sufragar rituales que pudiesen evitar su muerte inminente y la de sus mascotas. Y es que, según su relato, la tarotista le habría asegurado que no duraría «mucho» porque le habían echado un mal de ojo. En un momento personal complicado, la mujer recurrió al consultorio de Vilallonga en busca de ayuda, y considera que esta la estafó. Por este motivo, pide para ella ocho años de prisión, para que así «deje de engañar a la gente».
El problema, según avala la Fiscalía, es que la posible víctima solo puede acreditar un pago por valor de 2.400 euros, en concepto de un ritual tipo «abre caminos» –para atraer salud y prosperidad–. El resto, como admitió ayer la afectada durante el juicio en la Audiencia de Barcelona, se realizaron en efectivo, y por ello no puede acreditarlos. En cualquier caso, el Ministerio Público rechaza que tanto la vidente, como su hijo y otro colaborador, ambos imputados en la misma causa, engañasen a la denunciante cuando esta contrató sus servicios y tampoco considera que se aprovechasen de «ninguna situación de vulnerabilidad» de la misma.
Fue en diciembre de 2017 cuando la Policía Nacional detuvo a la televisiva tarotista que, en varios canales de TDT, se presentaba como «vidente de nacimiento» y especialista en desvelar el futuro. Además, contaba con un consultorio en la calle Mallorca de la capital catalana. En una de estas apariciones en la pequeña pantalla, la presunta víctima llamó al programa para solicitar una tirada de cartas. Fue entonces cuando el gabinete de la acusada le auguró un deceso inminente: «No durarás ni una semana» o «llevas la muerte a la espalda», fue lo que tuvo que escuchar. Ante el miedo infundido –y que ahora comprende infundado–, la denunciante acudió al local de Vilallonga y accedió someterse a varios rituales, por los que habría desembolsado 31.000 euros en varios pagos, bajo la creencia de que «iban a salvarle la vida».
Así lo corroboró este martes durante el juicio, donde renunció a recuperar el dinero perdido, aunque la acusación particular mantiene la petición de cárcel para evitar que las malas artes de la tarotista puedan cobrarse nuevas víctimas. Por su parte, la acusada niega si quiera conocer a la afectada, y con ello, haberla estafado. La mediática vidente fue más allá e indicó que, lejos de sentirse engañada, la clienta «siempre se mostró muy agradecida» con lo que sus colaboradores habían hecho por ella. En cambio, la mujer detalló que la situación desesperada que atravesó durante aquella época la empujó a buscar respuestas en el esoterismo. Lo que encontró, en cambio, fue el vaticinio de su propia muerte. «Mis poderes cambiarán tu vida. Te espero». Así arrancaba Pepita Vilallonga uno de sus programas.
Precisamente por eso, por el impacto que tuvo el engaño en la vida de la denunciante, esta reclama que la mujer que asegura adivinar el futuro de quienes engordan su cuenta corriente con llamadas a líneas 806, ingrese en prisión. Objetivo difícil, ya que en 2018 la justicia archivó otra causa contra la tarotista –acusada entonces de estafar 300.000 euros a una clienta– al considerar que «quien recurre a este tipo de servicios tiene que ser consciente de que pueden funcionar o no, lo cual dependerá de su convicción y no corresponde a los tribunales penales valorar las creencias mágicas o esotéricas de las personas».