Luz verde del Tribunal Supremo a la restricción del aborto en Texas

Con un resultado ajustado de 5 contra 4, los jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos han dado luz verde a la limitación de la ley del aborto en Texas. Diversos colectivos habían presentado una moción urgente para bloquear la norma en el máximo órgano judicial del país, que entró en vigor el miércoles.

La nueva legislación, firmada en mayo por el gobernador republicano, Greg Abbott, tan solo permite la interrupción del embarazo si un profesional médico no detecta actividad cardíaca en el feto, algo que suele suceder alrededor de la sexta semana de gestación.

Además, se permitirá que cualquier ciudadano presente una demanda civil en un tribunal del estado contra cualquier persona involucrada en el aborto, a excepción de la paciente. Eso incluye, por ejemplo, a aquello que lleven a una mujer a una clínica o a los propios médicos. La ley establece una recompensa para el demandante de 10.000$.

Se trata de la ley más restrictiva con este derecho desde 1973 y sienta un precedente para próximos casos. Otros 12 estados han intentado aprobar medidas similares, pero, hasta ahora, habían sido bloqueadas en los tribunales. De momento, la única forma viable de evitar las restricciones es viajar a estados donde el derecho al aborto esté plenamente garantizado.

Aun así, la decisión de los jueces del Supremo no es definitiva. El tribunal permitirá más alegaciones en este caso, ya se trata de un fallo urgente. «Al llegar a esta conclusión, enfatizamos que no pretendemos resolver definitivamente ningún reclamo jurisdiccional o sustantivo en la demanda de los solicitantes», afirma la sentencia.

Por esa misma razón, la decisión del pasado miércoles no se puede aplicar en otros estados. «Esta orden no se basa en ninguna conclusión sobre la constitucionalidad de la ley de Texas, y de ninguna manera limita otras impugnaciones», precisa el texto.

El Tribunal Supremo, formado por nueve jueces con cargo vitalicio, cuenta con una mayoría conservadora tras el nombramiento, durante la Adminsitración Trump, de los jueces Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barret. Sin embargo, uno de los seis jueces nombrado por los republicanos, John Roberts, votó junto a los tres liberales en contra de la ley.

Por su parte, Sonia Sotomayor, miembro del tribunal, catalogó la decisión de «chocante». «Ante una solicitud para prohibir una ley flagrantemente inconstitucional diseñada para prohibir a las mujeres ejercer sus derechos constitucionales y evadir el escrutinio judicial, la mayoría de los jueces han optado por enterrar la cabeza en la arena», escribió en un comunicado.

Las asociaciones a favor del derecho al aborto, por su parte, están determinadas a que la justicia bloquee esta ley. Nancy Northup, directora del Centro de Derechos Reproductivos, prometió «seguir luchando contra esta prohibición hasta que se restablezca el acceso al aborto en Texas». “En este momento, las personas que quieren abortar en Texas están entrando en pánico: no tienen idea de dónde o cuándo podrán hacerlo, si es que lo hacen», añadió.

Incluso antes de que el caso de Texas llegara al Tribunal Supremo, ya se había planeado un caso que aborde todas legislaciones estatales en materia de aborto. Ese caso involucra al estado de Mississippi, que solicita permiso para hacer cumplir una prohibición del aborto después de las 15 semanas de embarazo.

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