Una familia se salvó luego de que su auto Tesla cayó por un acantilado en California: “Esto es un milagro absoluto”

Una niña de 4 años, un niño de 9 y sus padres volvieron a nacer, después de salvarse de milagro tras caer dentro de su automóvil Tesla por uno de los acantilados más peligrosos en la costa del Pacífico californiano. El accidente ocurrió el lunes.

El automóvil sedán de la marca Tesla cayó más de 80 metros desde la autopista para terminar estrellándose contra una zona rocosa cerca del mar. Aparentemente, durante la caída el vehículo dio varias vueltas, y terminó cayendo sobre sus ruedas sobre las rocas, a pocos metros de que comience el mar. La zona en la que ocurrió el accidente es conocida como Devil’s Slide (tobogán del diablo), un acantilado rocoso profundo que se encuentra a unos 25 kilómetros al sur de San Francisco, entre Pacifica y Montara. Se lo considera un sitio muy peligroso donde se producen accidentes con mucha fruencia.

Si bien las víctimas fueron hospitalizadas e inicialmente fueron reportadas en condición crítica, desde el momento de su rescate se encontraban conscientes y las autoridades médicas dictaminaron que están fuera de peligro, aunque heridos.

“Vamos todo el tiempo a esa zona a rescatar automóviles que caen por el acantilado. Nunca nadie sobrevive. Esto es un milagro absoluto”, indicaba a la prensa Brian Pottenger, el jefe del batallón costero de los bomberos de California.

Basado en las investigaciones preliminares, la patrulla de caminos de California no cree que el Tesla estuviera siendo manejado de manera automática sin piloto al momento del accidente. Las condiciones de la ruta tampoco eran malas.

“El automóvil se salió de la ruta principal. Por qué motivo, eso no lo sabemos todavía”, declaraba Mark Andrews, oficial de la patrulla de caminos.

Los primeros llamados al 911 fueron alrededor de la 10 y cuarto de la mañana. De inmediato se montó un enorme operativo con sogas que permitieron que los bomberos llegaran hasta el lugar donde se encontraba el automóvil. Desde el comienzo, a través de binoculares, vieron movimientos dentro del auto, dándoles esperanza de al menos encontrar alguien con vida.

Debido a la lluvia y los intensos vientos, el operativo de rescate duró varias horas. Dada la destrucción del vehículo, abrir las puertas no era una opción, por lo que debieron partir el auto al medio para poder sacar a las víctimas.

Los niños estaban más asustados que heridos, por lo que fueron envueltos en mantas y cargados a través de sogas hasta la autopista. Los padres, con heridas más severas, fueron trasladados en helicóptero. Todos permanecen en el hospital.

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