Toyota sorprende con su plan de eléctricos: 30 nuevos modelos de batería hasta 2030

El presidente de Toyota, Akio Toyoda, ha presentado la ofensiva definitiva del grupo japonés en el campo de la movilidad 100% eléctrica. Toyota y Lexus viran hacia el coche de batería.

El presidente y CEO de Toyota Motor Corporation (TMC), Akio Toyoda, acaba de escenificar lo que para muchos supone una reorientación tecnológica del gigante automovilístico japonés, pues anunció la llegada de 30 nuevos modelos eléctricos de batería hasta 2030, con el objetivo de que las ventas totales de vehículos eléctricos de Toyota a nivel mundial con dicha tecnología, calificada ahora como «una de las opciones más prometedoras» por el directivo nipón, alcancen los 3,5 millones de unidades anuales en esa fecha, siendo esa una parte fundamental de la estrategia de Toyota para lograr la neutralidad de carbono de la compañía. Además, supone un espaldarazo al plan de Toyota Motor Europe (TME) para lograr una reducción del 100% de CO2 en todas las ventas de vehículos nuevos en Europa Occidental para 2035.

Para Toyoda, «todos los vehículos electrificados se pueden dividir en dos categorías, según la energía que utilicen. Una está formada por los ‘vehículos reductores de carbono’, pero si la energía que impulsa a los vehículos no es limpia, el uso de un vehículo electrificado, sin importar el tipo que sea, no resultaría cero emisiones de CO2. La otra categoría es la de ‘vehículos neutros en carbono’, que funcionan con energía limpia y logran cero emisiones de CO2 en todo el proceso de su uso. En Toyota haremos todo lo posible para fabricar este tipo de vehículos».

Tras explicar las líneas básicas de su nuevo plan en un acto retransmitido en directo, el presidente y CEO de Toyota pasó a desgranar a continuación la estrategia, que comienza por la gama bZ (Beyond Zero o ‘más allá de cero’), para la que se ha desarrollado una plataforma específica reservada a vehículos eléctricos de batería como el bZ4x, primer vehículo de esa serie. El Toyota bZ4x, desvelado hace unas semanas, se ha desarrollado conjuntamente con Subaru, que comercializará también en 2022 un modelo de características análogas, denominado Solterra, fabricado como el bZ4x por Toyota en su planta de Motomachi.

Pero la gama bZ crecerá, y el siguiente modelo será un SUV aún más compacto que el bZ4x, concebido para Europa y Japón y que nacerá con el objetivo de convertirse en el eléctrico más eficiente de su categoría, pues Toyota quiere que su consumo medio de energía sea de solo 12,5 kWh/100 km. Toyoda explicó que después habrá también una berlina de talla media, ideada para ser la puerta de acceso de muchos usuarios a la movilidad eléctrica, así como un SUV de gran tamaño y enfoque claramente familiar gracias a sus tres filas de asientos. En todos los casos, modelos bZ de producción en masa para que los precios de estos futuros eléctricos de Toyota sean «razonables».

En cuanto a Lexus, con presencia en más de 90 países, Toyoda confía en que la marca más exclusiva del grupo venda solo vehículos 100% eléctricos en Europa, Norteamérica y China cuando llegue el 2030, fecha en la que el objetivo pasa por vender un millón de unidades anuales. La idea es seguir ofreciendo una conducción y un estilo únicos, y por eso entre los planes anunciados de nuevos vehículos figura un automóvil deportivo eléctrico de batería que rememorará cualidades del mítico LFA. No obstante, el grupo automovilístico japonés se ocupará de lanzar vehículos eléctricos en otros segmentos de mercado, como el de los comerciales, donde habrá productos destinados a transporte de larga distancia pero también a distribución de ‘ultima milla’.
30 años de desarrollo eléctrico
Para alcanzar este verdadero punto de inflexión en la historia del grupo, en el que se apuesta de una forma más decidida que nunca por los vehículos eléctricos de batería, Toyota Motor Corporation ha protagonizado tres décadas de investigación y desarrollo que arrancaban en 1992 con la creación de la División de Desarrollo de Vehículos Eléctricos, cuyo primer fruto visible fue el RAV4 EV, presentado en 1996. Un año después, en 1997, Toyota lanzó el Prius, primer vehículo híbrido eléctrico de producción masiva del mundo, y fue en ese campo donde se centró Toyota a nivel comercial, aunque sus ingenieros seguían trabajando en la parte 100% eléctrica, como demostraban sucesivos prototipos que se desvelaban periódicamente, como el COMS del año 2012, una variante eléctrica del pequeño eQ o, mucho más recientemente, vehículos como el pod C+, el C+ walk y el e-Palette. Además, a principios de la década de 1990 Toyota también comenzó el desarrollo de vehículos eléctricos de pila de combustible, alimentados por hidrógeno, de lo que derivó el modelo FCHV de 2002 y, ya en 2008, el FCHV-adv. Aunque el momento culminante de esa rama de investigación, a la que el grupo japonés no renuncia, fue la llegada en 2014 de la primera generación del Mirai. O ya a finales de 2020, del segundo Mirai, actualmente a la venta; al margen de diversos vehículos pesados propulsados por pila de combustible, como autobuses o camiones.
Baterías en evolución
En el área de las baterías, Toyota también desarrolla importantes trabajos de investigación y desarrollo desde hace un cuarto siglo, dedicando una primera etapa a las baterías de níquel metal-hidruro pero dedicándose también, a partir de 2003, a las baterías de iones de litio. Y a la investigación sobre baterías de estado sólido desde 2008. Además, el gigante industrial japonés estableció en 2020 el programa ‘Prime Planet Energy & Solutions’ para acelerar los esfuerzos integrados en el negocio de las baterías. Durante los últimos 26 años, Toyota Motor Corporation ha invertido unos 7.798 millones de euros en este campo, y ha producido más de 19 millones de baterías, lo que para el presidente y CEO de la compañía les «da una ventaja competitiva». Pero de cara al futuro se intensificará esa faceta, pues se incrementará la inversión en baterías hasta 15,6 millones de euros, mucho más de lo anunciado en el pasado mes de septiembre, cuando se estimó una inversión futura de 11,7 millones de euros. El objetivo, conseguir baterías aún más avanzadas, de alta calidad y asequibles. En lo que se refiere a recursos naturales, su división Toyota Tsusho comenzó a realizar estudios sobre el litio y otros elementos en 2006; mientras que en el área de la energía, Toyota Tsusho ha estado trabajando para asegurar fuentes de energía renovable, como la generación de energía eólica y solar, durante más de 30 años. Además, en las plantas de fabricación el objetivo de TMC es lograr la neutralidad de carbono para 2035 mediante la realización de mejoras constantes que reduzcan el consumo de energía y la expansión del uso de tecnologías innovadoras de ingeniería de producción; si bien, y siempre según Toyota, la situación energética varía mucho de una región a otra, y por eso el grupo japonés se compromete a proporcionar una gama diversificada de opciones neutrales en carbono para satisfacer las necesidades y situaciones en todos los países y regiones donde se encuentra representada.

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