Mario Durán, actual alcalde de San Salvador, informó que el exalcalde de ARENA, Ernesto Muyshondt dejó la comuna con un déficit de $140 millones 299 mil dólares, de los cuales $92,773.54 corresponden a instituciones financieras privadas y públicas, mientras que $47,525.85 son en concepto de proveedores, retenciones y obligaciones patronales.
Durante su administración, Muyshondt nunca pagó la millonaria deuda de la municipalidad con MIDES, por la recolección y tratamiento final de desechos sólidos de la ciudad, por lo que los promontorios de basura pululaban en todo San Salvador, convirtiendo a la urbe en un importante foco de infección. Actualmente guarda prisión en el Centro Penal La Esperanza, mejor conocido como «Mariona».
De igual manera, el arenero se negó a pagarle a los empleados municipales las cuotas laborales, enriqueciéndose sin tomar en cuenta las penurias que los trabajadores tuvieron que sufrir.
Por estos 2 últimos crímenes, el exjefe edilicio ya fue encontrado culpable por la Corte de Cuentas; no obstante, todavía faltan resoluciones en lo referente a otros delitos que se le imputan, como evasión de impuestos y enriquecimiento ilícito. De este último, Muyshondt ha dejado flagrantes evidencias de su cometimiento. Por ejemplo, la bandera del redondel Masferrer, que afirmó que poseía un costo de $360,000; cuando trascendió que la empresa Torogoz la proveyó por un precio de solo $5,000; y el desmesurado aumento de las tasas municipales, bajo el pretexto de sufragar un dispendioso sistema de videovigilancia.
Por si eso fuera poco, el exalcalde tricolor también habría sido el actor intelectual del homicidio del líder sindical, Weder Meléndez.
A pesar de todas las adversidades, Mario Durán y su concejo municipal aprobaron un proyecto con la empresa Hencorp Valores, para mejorar la calificación crediticia de la alcaldía. Además, ha retomado la política de «Una Obra por Día» -creada por el otrora edil capitalino y actual Presidente de la República Nayib Bukele- y desarolla grandes proyectos, como «San Salvador sin baches».