
Desde hace varios días el Papa Francisco está enfrentando un severo dolor de rodillas, por lo cual tendrá que someterse a infiltraciones.
El Papa Francisco informó que se va a someter a infiltraciones para superar el dolor de rodilla que le está impidiendo caminar y realizar algunas de sus actividades, así lo reveló en una entrevista publicada en el diario Corriere della Sera.
Desde hace varios días el Papa Francisco no ha podido caminar bien, ni siquiera puede mantenerse de pie: “los médicos le han dicho que tiene que estar sentado”, explica el diario.
Así que durante este miércoles, el sumo pontífice tendrá que someterse a infiltraciones para superar el dolor en la rodilla derecha que sufre desde hace varios meses. Según dijo al diario milanés, el Papa tiene ”desgarro de ligamentos”.
Una infiltración es la inyección de una sustancia, normalmente analgésica, en el interior de un tejido o articulación, en este caso en la rodilla. Se utiliza para mitigar o eliminar el dolor en distintas zonas del aparato músculo-esquelético, es una técnica poco invasiva y con un mínimo, aunque no inexistente, riesgo de infección.
“Me harán infiltraciones y ya veremos”, reveló el Papa, y agregó que “una vez los papas solían ir con la silla gestatoria. Ahora también se necesita un poco de dolor, humillación…“.
Debido a sus problemas en la rodilla, el Papa Francisco ha suspendido su agenda algunos días para someterse a pruebas médicas y este problema le obligó a no poder oficiar algunos ritos durante la pasada Semana Santa.
A principios de abril, durante su viaje apostólico a Malta, no pudo bajar las escaleras del avión por primera vez y recurrió a un elevador. Según algunos medios, si no resuelve la situación se piensa en una operación, aunque será el último de los remedios.
Pero estos problemas de movilidad del Papa Francisco preocupan ante los próximos viajes que deberá afrontar como el de Líbano a mediados de junio o el de primeros de julio a República Democrática del Congo y Sudán del sur o Canadá a finales de ese mes.