
Al ministro de Trabajo, Rolando Castro, le fue negado el acceso a la Asamblea Legislativa para poder apoyar al viceministro de Seguridad, Mauricio Arriaza Chicas, en un desafueron calificado en reiteradas ocasiones de absurdo porque la Fiscalía General de la República (FGR) se habría amparado en una ley derogada para el proceso.
El funcionario calificó el hecho de no permitirle el ingreso como una “cobardía” pues los legisladores saben que las encuestas no son tan alentadoras para sus reelecciones.
“Muchos de los que están ahí van a ser procesados. Los que hoy están sentando en el banquillo de los acusados a un hombre inocente por defender a este pueblo, serán enjuiciados por hacer una traición a la patria, están haciendo este proceso con una ley derogada. Lo que está pasando en la Asamblea Legislativa es un juicio evidentemente político”, señaló Castro en su intervención a la clase trabajadora que se manifestó en las afueras de la Asamblea Legislativa.
Los sindicalistas exigieron justicia para Arriaza Chicas que tanto beneficio ha hecho al pueblo salvadoreño con la disminución de homicidios, a través del Plan Control Territorial y otras acciones de seguridad, así como los incentivos al cuerpo policial y la dotación de uniformes.
En el interior del Salón Azul también hubo bloqueos a la prensa oficial y no se le permitió el acceso al área de periodistas para que realizaran la cobertura del proceso de antejuicio. El secretario de Prensa, Ernesto Sanabria también abogó por este impedimento.