Autoridades investigan el caso de los chamanes que provocaron la muerte de una mujer en un «ritual» con veneno de rana.
El sábado 29 de enero las autoridades de Nogales, Sonora, tuvieron que dar seguimiento a un caso bastante singular donde participó un par de chamanes de medicina ancestral que se vieron involucrados en la muerte de una mujer.
Según con medios locales, la mujer de 31 años, identificada como Perla, fue participante en un “retiro espiritual” donde los presuntos expertos en medicina ancestral le realizaron un ritual de desintoxicación utilizando un poderoso alucinógeno producto de una rana muy especial.
La Cruz Roja Mexicana asistió al llamado de emergencia y brindaron los primeros auxilios a Perla, a quien hallaron tendida sobre el suelo, sin embargo, la treintañera ya no presentaba signos vitales. Se informó que la sustancia que consumió Perla fue extraída de la Phyllomedusa bicolor, conocida como rana kambó o rana mono grande.
Los chamanes suministraron el veneno de rana
De cuerdo con elementos de la Policía Municipal, recibieron un reporte médico que específico el fallecimiento por intoxicación y según con los familiares de Perla, ella había consumido un veneno de rana que le suministraron “chamanes” durante un “ritual de sanación”.
Las autoridades dijeron que, según el esposo de Perla, momentos previos la había dejado en domicilio de su suegra, quiénes insistieron que irían a terapia. No obstante, a su retorno encontró a su esposa inconsciente, por lo que solicitó ayuda.
Medios locales reportaron que en el sitio también hallaron a los presuntos chamanes identificados como Juan Pablo y Juan Diego, de 41 y 30 años, respectivamente. Además, estaban junto a otras seis personas quienes participaron en el ritual.
¿Cómo es el ritual con la rana kambó?
el ritual del kambó, consiste en colocar veneno de rana en una herida en la piel con la finalidad de desintoxicar y fortalecer el sistema inmunológico. La secreción tóxica de un anfibio, proveniente de Perú, es colocada en pequeñas quemaduras o cortadas en la piel. Los efectos no son alucinógenos; pero son muy potentes y el cuerpo lo resiente de inmediato.
El cuerpo intenta combatir el veneno de rana inmediatamente, por lo que se piensa que es una forma de incrementar las defensas, reforzar el sistema inmunológico y desintoxicar el cuerpo. Se dice que es muy doloroso y si no se aplica de manera correcta, le puede costar la vida a todos los practicantes de este polémico ritual ancestral o milenario.